El mercado del real estate en Latinoamérica cierra 2024 tras un año marcado por la resiliencia, la innovación y la necesidad de adaptarse a un entorno económico y social en constante transformación. En un contexto de inflación persistente, cambios políticos y volatilidad en los mercados, el sector logró encontrar oportunidades en medio de los desafíos.
Balance de 2024: Una industria en redefinición
El año que termina consolidó varias tendencias que venían gestándose en años anteriores, pero también puso a prueba los modelos de negocio tradicionales.
Crecimiento de mercados secundarios: Ciudades intermedias y pequeñas cobraron protagonismo como destinos clave para nuevas inversiones. La expansión del retail, con el auge de los strip malls y centros de conveniencia, demostró el potencial de localidades con poblaciones entre 50.000 y 150.000 habitantes. Este fenómeno responde tanto a la saturación de los grandes mercados como a una demanda local por experiencias de consumo más cercanas y accesibles.
Reconversión de activos comerciales: Con vacancias en aumento en algunos segmentos, especialmente en centros comerciales tradicionales, la reconversión hacia usos mixtos fue una solución estratégica. Proyectos que combinan comercio, oficinas, residencias y entretenimiento han comenzado a redefinir el concepto de espacio urbano.
Foco en sostenibilidad e innovación: La sostenibilidad dejó de ser una tendencia para convertirse en una prioridad. Proyectos con certificaciones ambientales, eficiencia energética y diseño resiliente a los cambios climáticos ganaron terreno, tanto por exigencias regulatorias como por demanda del mercado.
Digitalización y omnicanalidad: La integración de experiencias físicas y digitales continuó marcando la pauta, especialmente en el retail. Las marcas que lograron ofrecer soluciones híbridas, como tiendas físicas complementadas con tecnología de última generación, lideraron el camino en términos de ventas y fidelización.
Perspectivas para 2025: Oportunidades en tiempos de cambio
El próximo año presenta desafíos globales, pero también un terreno fértil para innovar en un mercado que exige adaptabilidad.
Reconfiguración de las oficinas: La consolidación del modelo híbrido continuará impactando la demanda de oficinas. Espacios flexibles, coworking y ubicaciones suburbanas serán los protagonistas en un entorno donde la experiencia del usuario será clave para atraer y retener inquilinos.
Desarrollo de usos mixtos: La integración de múltiples usos en un mismo proyecto seguirá ganando relevancia, no solo como respuesta a la vacancia, sino como estrategia para maximizar la rentabilidad y la conexión con las comunidades locales.
Auge de los mercados emergentes: Latinoamérica experimentará un aumento en inversiones dirigidas a mercados emergentes, impulsado por el crecimiento demográfico y las necesidades insatisfechas de infraestructura comercial, residencial y de servicios.
Enfoque en tecnología y datos: La toma de decisiones basada en análisis de datos continuará siendo un diferencial competitivo. Los desarrolladores e inversores que adopten herramientas tecnológicas para proyectar tendencias de consumo, evaluar riesgos y optimizar operaciones tendrán una ventaja significativa.
Reflexión final
2025 se perfila como un año de consolidación y transformación para el real estate en Latinoamérica. En un entorno de incertidumbre económica, las oportunidades surgirán para quienes estén dispuestos a innovar y adaptarse. La clave estará en la capacidad de anticipar las necesidades del mercado y diseñar soluciones que integren sostenibilidad, tecnología y un enfoque centrado en las personas.
El real estate no solo construye edificios; construye ciudades y comunidades. En este nuevo ciclo, la visión estratégica será el motor para convertir los desafíos en éxitos sostenibles.