La pandemia fue un punto de inflexión en el mundo del retail. Los modelos de consumo cambiaron, y Buenos Aires, como epicentro de tendencias, es testigo de la reconfiguración de sus espacios comerciales. Nuevos espacios comerciales y un cambio de paradigma de habito de consumo en los clientes.
Dos modelos emergen con fuerza: los shoppings centers tradicionales y los centros comerciales de servicios (CCS), también conocidos como centros comerciales de conveniencia, ambos adaptándose a un consumidor post-pandemia que valora más la experiencia, la conveniencia y la seguridad.
Shoppings Centers Tradicionales: La experiencia por encima de todo
Los shoppings centers, esos grandes ecosistemas urbanos que desde los años 90 dominaron la escena comercial en Argentina, siguen en pie, pero han evolucionado. Hoy, estos espacios ya no se limitan a ser puntos de venta masivos; ahora, se transforman en hubs de experiencias donde el consumidor pasa varias horas, no solo comprando, sino viviendo momentos. Ejemplos como Alto Palermo o Dot Baires han incorporado nuevos espacios de gastronomía de alta gama, como Base en Alto Palermo, Casa Paradiso en Alcorta o Ronda en Dot, espacios que combinan la experiencia de la cocina con un entorno que invita a quedarse.
Este tipo de propuestas responden a un consumidor que busca algo más que productos. La moda sigue siendo un pilar fundamental, pero se suman ofertas de entretenimiento, coworking, clínicas de salud e incluso espacios para el bienestar, como gimnasios. Los shoppings han entendido que la clave está en ofrecer una multiplicidad de servicios en un solo lugar, donde las primeras marcas siguen siendo protagonistas. Más del 80% de las marcas premium en Argentina prefieren estar en shoppings debido a la seguridad, la infraestructura y el flujo constante de público.
En cifras, los shoppings más grandes del país concentran a millones de consumidores al año. Alto Palermo, por ejemplo, recibe más de 1 millón de visitantes mensuales, un claro indicio de que el formato sigue vigente, pero adaptado a nuevas necesidades.
Centros Comerciales de Servicios (CCS): La conveniencia que gana terreno
Mientras tanto, los centros comerciales de servicios (CCS), o centros comerciales de conveniencia, están cobrando protagonismo, sobre todo en el Gran Buenos Aires. Este formato más compacto y orientado a la vida suburbana se enfoca en resolver las necesidades cotidianas de los consumidores, lo que genera una fuerte identificación local. Ejemplos claros de esta tendencia son Nuevo Quilmes Plaza y Paseo Plaza Canning, que ofrecen una combinación de tiendas esenciales como supermercados, farmacias, gimnasios, y bancos, en un entorno cercano y accesible.
Este formato no pretende competir directamente con los grandes shoppings, sino complementarlos, acercando servicios básicos a comunidades que valoran la conveniencia y el ahorro de tiempo. La clave aquí es la cercanía: estos centros suelen ubicarse a pocos minutos de los hogares de los consumidores, lo que los hace una opción más práctica frente a los grandes desplazamientos que muchas veces requieren los shoppings.
Además, los CCS se están integrando con el entorno natural, ofreciendo espacios al aire libre, plazas y áreas verdes que apelan a un público que busca desconectarse del ritmo frenético de la ciudad. Un ejemplo de esto es el Cardinals Shopping en Pilar, que con más de 7600 m² de locales y un diseño que privilegia lo natural, se proyecta como un referente del nuevo estilo de vida suburbano.
El cambio del consumidor post-pandemia
La pandemia transformó las prioridades del consumidor. Hoy, el 64% de los argentinos prefiere hacer compras en lugares cercanos a sus hogares. Además, el 70% busca que esos lugares sean seguros y ofrezcan una experiencia de compra amigable y personalizada. Estos datos reflejan el auge de los CCS, que han sabido capitalizar esta tendencia con un mix de servicios esenciales, sin olvidar las opciones gastronómicas y de esparcimiento.
Mientras tanto, los shoppings, que históricamente fueron el centro del consumo masivo, también han tenido que adaptarse a un consumidor que ahora privilegia la calidad sobre la cantidad, buscando una experiencia de valor. Ya no es suficiente ofrecer solo tiendas; el consumidor quiere sentirse parte de un entorno que le brinde diversidad de opciones y un espacio de desconexión.
Mutaciones en el mercado: ¿Qué viene después?
Lo interesante de este fenómeno es que no se trata de una competencia directa entre shoppings y CCS. Ambos modelos coexisten y se retroalimentan, pero lo hacen desde lógicas distintas. Los shoppings, con un enfoque hacia la experiencia de permanencia, siguen siendo atractivos para marcas de lujo y moda que requieren un público dispuesto a dedicar tiempo y recursos a sus compras. Por otro lado, los CCS se enfocan en un público local que busca resolver sus necesidades de manera rápida y eficiente, sin renunciar a la comodidad y el buen servicio.
En términos de precios y estrategias comerciales, ambos formatos presentan diferencias marcadas. Los shoppings suelen operar bajo un esquema de alquiler mínimo más un porcentaje sobre las ventas, mientras que los CCS apuestan a una mayor flexibilidad en términos de contratos y precios, permitiendo una rotación más dinámica de inquilinos y un tenant mix más variado.
Reflexión final
En resumen, estamos ante un nuevo paradigma del consumo en Buenos Aires, donde la experiencia, la conveniencia y la identidad local se mezclan para dar forma a un mercado en plena transformación. Los shoppings y los CCS son las dos caras de una misma moneda, cada uno con su enfoque y su propuesta de valor. Pero, en definitiva, ambos apuntan a lo mismo: captar a un consumidor que ya no busca solo comprar, sino vivir experiencias que le aporten algo más a su día a día.